En la entrada anterior me había referido al concepto de enajenación y había esbozado un poco al final del artículo –en palabras de Marx- cual era la “realización de esta enajenación”.
“Pero, a medida que la propiedad privada y la división del trabajo se desarrollan, el trabajo pierde su carácter de expresión de las facultades del hombre; el trabajo y sus productos asumen una existencia separada del hombre, su voluntad y su planeación.”
"La propiedad privada es, pues, el producto, el resultado necesario, del trabajo enajenado, de la relación externa del trabajador con la naturaleza y consigo mismo. La propiedad privada se deriva, así, del análisis del concepto del trabajo enajenado; es decir, el hombre enajenado, el trabajo enajenado, la vida enajenada y el hombre separado."
“Marx y su concepto del hombre”
Erich Fromm, 1961.
Nuevamente incursionamos en otro tópico fundamental de la teoría marxista: la propiedad privada. El objetivo de este artículo será: 1) publicar un poco la crítica marxista para con la misma y su fundamento, 2) dar a conocer lo que se propone como salida a este problema específico.
"Así como la sociedad, en sus orígenes, encuentra a través del desarrollo de la propiedad privada con su riqueza y su pobreza (intelectual y material), los materiales necesarios para este desarrollo cultural, así la sociedad plenamente constituida produce al hombre en toda la plenitud de su ser, al hombre rico dotado de todos los sentidos, como realidad perdurable. Es sólo en un contexto social cómo el subjetivismo y el objetivismo, el espiritualismo y el materialismo, la actividad y la pasividad dejan de ser antinomias, y dejan de existir como tales antinomias. La solución de las contradicciones teóricas es posible sólo a través de medios prácticos, mediante la energía práctica del hombre. Su resolución no es pues, de ninguna manera, sólo un problema de conocimiento, sino un problema real de la vida que la filosofía fue incapaz de resolver precisamente porque sólo veía en él un problema puramente teórico."
Correspondiente a este concepto del hombre rico es la idea de Marx de la diferencia entre el sentido de tener y el sentido de ser. La propiedad privada —dice— nos ha hecho tan estúpidos y parciales que un objeto es sólo nuestro cuando lo poseemos, cuando existe para nosotros como capital o cuando es directamente comido, bebido, usado como vestido, habitado, etc., es decir, utilizado de alguna manera, aunque la propiedad privada misma sólo concibe estas diversas formas de posesión como medios de vida y la vida para la cual sirven como medios es la vida de La propiedad privada: trabajo y creación de capital. Así, todos los sentidos físicos e intelectuales han sido sustituidos por la simple enajenación de todos estos sentidos: el sentido de tener. El ser humano tenía que ser reducido a esta absoluta pobreza para poder dar origen a toda su riqueza interior."
Manuscritos económico-filosóficos de 1844
[La propiedad privada y el Comunismo]
XIV. ¿Cómo debe ser ese nuevo orden social?
Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes.
La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la plantean con razón como su principal reivindicación.
1847, Engels- Principios del comunismo. (Base para la creación del posterior Manifiesto del Partido Comunista –Engels/Marx)
La única manera de superar la enajenación es cuando los trabajadores decidan abolir colectivamente su separación de la propiedad y el control de los medios de producción, y usen este control para abolir el mercado y lo reemplacen con una planificación consciente que permita satisfacer las necesidades humanas.
"Os aterráis de que queramos abolir la propiedad privada, ¡cómo si ya en el seno de vuestra sociedad actual, la propiedad privada no estuviese abolida para nueve décimas partes de la población, como si no existiese precisamente a costa de no existir para esas nueve décimas partes! ¿Qué es, pues, lo que en rigor nos reprocháis?Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad"
Marx - Engels. El Manifiesto del Partido ComunistaS. XIX
Debemos aclarar y -de esta manera rompemos con otro malentendido que predica la gente con total descaro- que al decir "propiedad privada", tal como se utiliza aquí y en otras ocasiones, Marx no se refiere nunca a la propiedad privada de los objetos de uso (una casa, una mesa, etc.). Marx se refiere a la propiedad de las "clases propietarias", es decir, del capitalista que, como posee los medios de producción, puede contratar al individuo carente de propiedades para que trabaje para él, en condiciones que aquél se ve obligado a aceptar. La "propiedad privada", en el lenguaje de Marx, se refiere siempre a la propiedad privada dentro de la sociedad de clases capitalista y, en consecuencia, a una categoría social e histórica.
Parte del malentendido surge a partir de ciertos conceptos del supuesto "comunismo" de tinte soviético.
"Lo que Marx habría pensado de un sistema como el comunismo soviético está y claramente expresado en una definición de lo que él llamó "comunismo vulgar" y que se refería a ciertas ideas y prácticas comunistas de su tiempo. Este comunismo vulgar "aparece en una doble forma; el dominio de la propiedad material es tan grande que tiende a destruir todo lo que no es susceptible de ser poseído por todos como propiedad privada. Quiere eliminar el talento, etc., por la fuerza. La posesión física inmediata le parece la única meta de la vida y la existencia. El papel del trabajador no es abolido, sino que se extiende a todos los hombres. La relación de la propiedad privada sigue siendo la relación de la comunidad con el mundo de las cosas. Finalmente, esta tendencia a oponer la propiedad privada general a la propiedad privada se expresa en una forma animal: el matrimonio (que es, indudablemente, una forma de propiedad privada exclusiva) es contrapuesto a la comunidad de las mujeres [1], en la que las mujeres se convierten en propiedad comunal y común. Puede decirse que esta idea de la comunidad de las mujeres, es el secreto abierto de este comunismo vulgar e irreflexivo. Así como las mujeres han de pasar del matrimonio a la prostitución universal, todo el mundo de la riqueza (es decir, el ser objetivo del hombre) ha de pasar de la relación de matrimonio exclusivo con el propietario privado a la relación de prostitución universal con la comunidad.
Este comunismo, que niega la personalidad del hombre en todas las esteras, es simplemente la expresión lógica de la propiedad privada, que es esta negación.
La envidia universal, implantándose como fuerza, es sólo una forma disfrazada de codicia y que se establece y se satisface de otra manera. Los pensamientos de toda propiedad privada individual se dirigen, al menos, contra toda propiedad privada más rica, en forma de envidia y deseo de reducir todo a un nivel común; de tal modo que esta envidia y nivelación constituyen, de hecho, la esencia de la competencia. El comunismo vulgar es sólo la culminación de esta envidia y nivelación sobre la base de un mínimo preconcebido.
La comunidad es sólo una comunidad de trabajo y de igualdad de salarios, pagados por el capital comunal, por la comunidad como capitalista universal. Los dos aspectos de esta relación se elevan a una supuesta universalidad; el trabajo como condición de todos y el capital como universalidad y fuerza reconocidos de la comunidad.
[1] Marx se refiere a la especulación, entre ciertos pensadores comunistas excéntricos de su tiempo que pensaban que, si todo es propiedad común también deben serlo las;
mujeres.
“No hay mayor malentendimiento o malinterpretación de Marx que aquella que se encuentra, implícita o explícitamente, en el pensamiento […] que supone que Marx sólo quería el mejoramiento económico de la clase trabajadora y que quería abolir la propiedad privada para que el obrero pudiera poseer lo que ahora tiene el capitalista.”
“Esto lo expresa Marx muy claramente en lo que sigue: "Un aumento de salarios obligado (independientemente de otras dificultades y, especialmente, de que esa anomalía sólo podría mantenerse por la fuerza) no sería más que una mejor remuneración de los esclavos y no devolvería, ni al trabajador ni a su trabajo, su significado y su valor humanos. "Aun la igualdad de ingresos que quiere Proudhon sólo modificaría la relación del trabajador de hoy con su trabajo en una relación de todos los hombres con el trabajo. La sociedad sería concebida entonces como un capitalista en abstracto."
“En este punto está muy difundida una mala interpretación de Marx, aun entre los socialistas. Se cree que Marx hablaba sobre todo de la explotación económica del trabajador y del hecho de que su participación en el producto no fuera tan grande como debiera o de que el producto debía pertenecerle, en vez de al capitalista. Pero, como ya lo he demostrado, el Estado como capitalista, como en la Unión Soviética, no habría sido mejor acogido por Marx que el capitalista privado. Lo que le preocupa esencialmente no es la igualación del ingreso”
“[…] su crítica de la sociedad capitalista se dirige no a su método de distribución del ingreso, sino a su modo de producción, su destrucción de la individualidad y su esclavización del hombre, no por el capitalista, sino la esclavización del hombre —trabajador y capitalista— por las cosas y las circunstancias de su propia creación.”
“Marx y su concepto del hombre”
Erich Fromm, 1961.
"La emancipación de la sociedad de la propiedad privada, de la servidumbre, tome la forma política de la emancipación de tos trabajadores; no en el sentido de que sólo se trate de la emancipación de éstos, sino porque esta emancipación incluye la emancipación de la humanidad entera. Porque toda la servidumbre humana está implícita en la relación del trabajador con la producción y todos los tipos de servidumbre sólo son modificaciones o consecuencias de esta relación".
Manuscritos económico-filosóficos de 1844
En este punto Marx hace un análisis, como buen materialista, de la situación histórica de su época. Este concepto de enajenación limitada principalmente a la clase proletaria debe ser corregido -a mi entender- ya que actualmente se ha extendido hasta abarcar el total de la sociedad, en todos sus estratos. Hoy no solo se debería concebir la liberación del proletario “como la emancipación de la humanidad entera” sino que esa misma humanidad entera –como parte del problema- debe tomar cartas en el asunto.
"El comunismo es la abolición positiva de la propiedad privada, de la autoenajenación humana y, por tanto, la apropiación real de la naturaleza humana a través del nombre y para el hombre. Es, pues, la vuelta del hombre mismo como ser social, es decir, realmente humano, una vuelta completa y consciente que asimila toda la riqueza del desarrollo anterior. El comunismo, como naturalismo plenamente desarrollado, es un humanismo y, como humanismo plenamente desarrollado, es un naturalismo. Es la resolución definitiva del antagonismo entre el hombre y la naturaleza y entre el hombre y el hombre. Es la verdadera solución del conflicto entre la existencia y la esencia, entre la objetivación y la autoafirmación, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. Es la solución del dilema de la historia y sabe que es esta solución."
Manuscritos económico-filosóficos de 1844
[La propiedad privada y el Comunismo]
"Así como la sociedad, en sus orígenes, encuentra a través del desarrollo de la propiedad privada con su riqueza y su pobreza (intelectual y material), los materiales necesarios para este desarrollo cultural, así la sociedad plenamente constituida produce al hombre en toda la plenitud de su ser, al hombre rico dotado de todos los sentidos, como realidad perdurable. Es sólo en un contexto social cómo el subjetivismo y el objetivismo, el espiritualismo y el materialismo, la actividad y la pasividad dejan de ser antinomias, y dejan de existir como tales antinomias. La solución de las contradicciones teóricas es posible sólo a través de medios prácticos, mediante la energía práctica del hombre. Su resolución no es pues, de ninguna manera, sólo un problema de conocimiento, sino un problema real de la vida que la filosofía fue incapaz de resolver precisamente porque sólo veía en él un problema puramente teórico."
Correspondiente a este concepto del hombre rico es la idea de Marx de la diferencia entre el sentido de tener y el sentido de ser. La propiedad privada —dice— nos ha hecho tan estúpidos y parciales que un objeto es sólo nuestro cuando lo poseemos, cuando existe para nosotros como capital o cuando es directamente comido, bebido, usado como vestido, habitado, etc., es decir, utilizado de alguna manera, aunque la propiedad privada misma sólo concibe estas diversas formas de posesión como medios de vida y la vida para la cual sirven como medios es la vida de La propiedad privada: trabajo y creación de capital. Así, todos los sentidos físicos e intelectuales han sido sustituidos por la simple enajenación de todos estos sentidos: el sentido de tener. El ser humano tenía que ser reducido a esta absoluta pobreza para poder dar origen a toda su riqueza interior."
Manuscritos económico-filosóficos de 1844
[La propiedad privada y el Comunismo]
XIV. ¿Cómo debe ser ese nuevo orden social?
Ante todo, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción en general dejará de pertenecer a unos u otros individuos en competencia. En lugar de esto, las ramas de la producción pasarán a manos de toda la sociedad, es decir, serán administradas en beneficio de toda la sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación. En vista de que la dirección de la industria, al hallarse en manos de particulares, implica necesariamente la existencia de la propiedad privada y por cuanto la competencia no es otra cosa que ese modo de dirigir la industria, en el que la gobiernan propietarios privados, la propiedad privada va unida inseparablemente a la dirección individual de la industria y a la competencia. Así, la propiedad privada debe también ser suprimida y ocuparán su lugar el usufructo colectivo de todos los instrumentos de producción y el reparto de los productos de común acuerdo, lo que se llama la comunidad de bienes.
La supresión de la propiedad privada es incluso la expresión más breve y mas característica de esta transformación de todo el régimen social, que se ha hecho posible merced al progreso de la industria. Por eso los comunistas la plantean con razón como su principal reivindicación.
1847, Engels- Principios del comunismo. (Base para la creación del posterior Manifiesto del Partido Comunista –Engels/Marx)
La única manera de superar la enajenación es cuando los trabajadores decidan abolir colectivamente su separación de la propiedad y el control de los medios de producción, y usen este control para abolir el mercado y lo reemplacen con una planificación consciente que permita satisfacer las necesidades humanas.
"Os aterráis de que queramos abolir la propiedad privada, ¡cómo si ya en el seno de vuestra sociedad actual, la propiedad privada no estuviese abolida para nueve décimas partes de la población, como si no existiese precisamente a costa de no existir para esas nueve décimas partes! ¿Qué es, pues, lo que en rigor nos reprocháis?Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad"
Marx - Engels. El Manifiesto del Partido ComunistaS. XIX
Debemos aclarar y -de esta manera rompemos con otro malentendido que predica la gente con total descaro- que al decir "propiedad privada", tal como se utiliza aquí y en otras ocasiones, Marx no se refiere nunca a la propiedad privada de los objetos de uso (una casa, una mesa, etc.). Marx se refiere a la propiedad de las "clases propietarias", es decir, del capitalista que, como posee los medios de producción, puede contratar al individuo carente de propiedades para que trabaje para él, en condiciones que aquél se ve obligado a aceptar. La "propiedad privada", en el lenguaje de Marx, se refiere siempre a la propiedad privada dentro de la sociedad de clases capitalista y, en consecuencia, a una categoría social e histórica.
Parte del malentendido surge a partir de ciertos conceptos del supuesto "comunismo" de tinte soviético.
"Lo que Marx habría pensado de un sistema como el comunismo soviético está y claramente expresado en una definición de lo que él llamó "comunismo vulgar" y que se refería a ciertas ideas y prácticas comunistas de su tiempo. Este comunismo vulgar "aparece en una doble forma; el dominio de la propiedad material es tan grande que tiende a destruir todo lo que no es susceptible de ser poseído por todos como propiedad privada. Quiere eliminar el talento, etc., por la fuerza. La posesión física inmediata le parece la única meta de la vida y la existencia. El papel del trabajador no es abolido, sino que se extiende a todos los hombres. La relación de la propiedad privada sigue siendo la relación de la comunidad con el mundo de las cosas. Finalmente, esta tendencia a oponer la propiedad privada general a la propiedad privada se expresa en una forma animal: el matrimonio (que es, indudablemente, una forma de propiedad privada exclusiva) es contrapuesto a la comunidad de las mujeres [1], en la que las mujeres se convierten en propiedad comunal y común. Puede decirse que esta idea de la comunidad de las mujeres, es el secreto abierto de este comunismo vulgar e irreflexivo. Así como las mujeres han de pasar del matrimonio a la prostitución universal, todo el mundo de la riqueza (es decir, el ser objetivo del hombre) ha de pasar de la relación de matrimonio exclusivo con el propietario privado a la relación de prostitución universal con la comunidad.
Este comunismo, que niega la personalidad del hombre en todas las esteras, es simplemente la expresión lógica de la propiedad privada, que es esta negación.
La envidia universal, implantándose como fuerza, es sólo una forma disfrazada de codicia y que se establece y se satisface de otra manera. Los pensamientos de toda propiedad privada individual se dirigen, al menos, contra toda propiedad privada más rica, en forma de envidia y deseo de reducir todo a un nivel común; de tal modo que esta envidia y nivelación constituyen, de hecho, la esencia de la competencia. El comunismo vulgar es sólo la culminación de esta envidia y nivelación sobre la base de un mínimo preconcebido.
La comunidad es sólo una comunidad de trabajo y de igualdad de salarios, pagados por el capital comunal, por la comunidad como capitalista universal. Los dos aspectos de esta relación se elevan a una supuesta universalidad; el trabajo como condición de todos y el capital como universalidad y fuerza reconocidos de la comunidad.
[1] Marx se refiere a la especulación, entre ciertos pensadores comunistas excéntricos de su tiempo que pensaban que, si todo es propiedad común también deben serlo las;
mujeres.
“No hay mayor malentendimiento o malinterpretación de Marx que aquella que se encuentra, implícita o explícitamente, en el pensamiento […] que supone que Marx sólo quería el mejoramiento económico de la clase trabajadora y que quería abolir la propiedad privada para que el obrero pudiera poseer lo que ahora tiene el capitalista.”
“Esto lo expresa Marx muy claramente en lo que sigue: "Un aumento de salarios obligado (independientemente de otras dificultades y, especialmente, de que esa anomalía sólo podría mantenerse por la fuerza) no sería más que una mejor remuneración de los esclavos y no devolvería, ni al trabajador ni a su trabajo, su significado y su valor humanos. "Aun la igualdad de ingresos que quiere Proudhon sólo modificaría la relación del trabajador de hoy con su trabajo en una relación de todos los hombres con el trabajo. La sociedad sería concebida entonces como un capitalista en abstracto."
“En este punto está muy difundida una mala interpretación de Marx, aun entre los socialistas. Se cree que Marx hablaba sobre todo de la explotación económica del trabajador y del hecho de que su participación en el producto no fuera tan grande como debiera o de que el producto debía pertenecerle, en vez de al capitalista. Pero, como ya lo he demostrado, el Estado como capitalista, como en la Unión Soviética, no habría sido mejor acogido por Marx que el capitalista privado. Lo que le preocupa esencialmente no es la igualación del ingreso”
“[…] su crítica de la sociedad capitalista se dirige no a su método de distribución del ingreso, sino a su modo de producción, su destrucción de la individualidad y su esclavización del hombre, no por el capitalista, sino la esclavización del hombre —trabajador y capitalista— por las cosas y las circunstancias de su propia creación.”
“Marx y su concepto del hombre”
Erich Fromm, 1961.
"La emancipación de la sociedad de la propiedad privada, de la servidumbre, tome la forma política de la emancipación de tos trabajadores; no en el sentido de que sólo se trate de la emancipación de éstos, sino porque esta emancipación incluye la emancipación de la humanidad entera. Porque toda la servidumbre humana está implícita en la relación del trabajador con la producción y todos los tipos de servidumbre sólo son modificaciones o consecuencias de esta relación".
Manuscritos económico-filosóficos de 1844
En este punto Marx hace un análisis, como buen materialista, de la situación histórica de su época. Este concepto de enajenación limitada principalmente a la clase proletaria debe ser corregido -a mi entender- ya que actualmente se ha extendido hasta abarcar el total de la sociedad, en todos sus estratos. Hoy no solo se debería concebir la liberación del proletario “como la emancipación de la humanidad entera” sino que esa misma humanidad entera –como parte del problema- debe tomar cartas en el asunto.
"El comunismo es la abolición positiva de la propiedad privada, de la autoenajenación humana y, por tanto, la apropiación real de la naturaleza humana a través del nombre y para el hombre. Es, pues, la vuelta del hombre mismo como ser social, es decir, realmente humano, una vuelta completa y consciente que asimila toda la riqueza del desarrollo anterior. El comunismo, como naturalismo plenamente desarrollado, es un humanismo y, como humanismo plenamente desarrollado, es un naturalismo. Es la resolución definitiva del antagonismo entre el hombre y la naturaleza y entre el hombre y el hombre. Es la verdadera solución del conflicto entre la existencia y la esencia, entre la objetivación y la autoafirmación, entre la libertad y la necesidad, entre el individuo y la especie. Es la solución del dilema de la historia y sabe que es esta solución."
Manuscritos económico-filosóficos de 1844
[La propiedad privada y el Comunismo]
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